domingo, 1 de marzo de 2009

Ilustraciones


En la Brisa Chip un gráfico era imprescindible, los mejores dibujantes creadores de imágenes se ponían mano a la obra, pasar de letra impresa a dibujo su tarea, a mano alzada que mostraban figuras de lo que estamos leyendo, crear la acción que se está desarrollando. Se pueden inventar acontecimientos, comics, cuentos, fotonovelas, mural para el día de la Paz. Símbolos gráficos que indican al cerebro lo que se está contando en imágenes reales.

Los que tienen memoria gráfica, al dibujar no utilizan goma de borrar, sus errores los tiran a la papelera, empiezan otro nuevo, técnica que utilizan los estudiantes para memorizar todo tipos de contenidos, el dedo arrugado de tanto esfuerzo, pero los dedos recorren el papel en blanco con facilidad sorprendente. Parecen de otro mundo, las sombras, el contorno de un personaje de ficción, que muestra enfado, pena, humor, tristeza, etc...

El protagonista de la acción tiene juventud, alegría desbordante, simpatía, sin embargo le esperan episodios desgraciados, pero qué sucede, surge el milagro y final...

Botón de muestra, a dos ilustradores una alumna le presentaba la siguiente historia impresa "Vidas Cruzadas", ellos respondían...

Por la mañana se levantaba sin pensárselo dos veces. Serían las cuatro o las cinco, no me acuerdo, cuando salía por la puerta con tan solo un café negro en el cuerpo. Hundía sus garras de luchador en el mercado de naranjas, peces, ajos y terneras sangrientas... Mientras su mujer se iba despertando entre sábanas de lino y gritos de niños mal educados, serían entonces las ocho pasadas. Desayunos, duchas rápidas, uniformes, y los niños eran dirigidos a la manada, donde su madre pensaba, se harían hombres de bien.

El luchador de ajos no estaba muy convencido, pero su mujer le susurraba al oído, que él no entendía de esas cosas, que la dejase a ella, él lo único que tenía que hacer era de cuidarse de nutrir abundantemente la cuenta corriente... ella ahora, sus hijos luego, harían todo lo demás. Entonces este hombre fiel, honesto y rudo, sonreía satisfecho: no podía pedir más a una vida que a sus 45 años le había regalado el cuerpo turgente de una andaluza brava y casta, tres hijos varones y un negocio próspero.


Ahora miraba sólo el futuro, y podía ver a sus hijos presidentes, poderosos magnates..., bien educados y hablando esos idiomas que a él le habían resultado tan lejanos.

Este verano, serían finales de agosto, sonó el teléfono, mientras se afeitaba, eran las 3:30 de la madrugada. ¡Qué extraño! será María que quiere desearme los buenos días desde Mallorca, pensó. Como todos los veranos, él solía quedarse en Madrid. Eran las 3:30 y se dirigió al teléfono, al otro lado, sonaba la voz quebrada por los quejidos afilados de la muerte, de María.

Desde aquella noche, su vida y la de toda su familia ha transcurrido en una pesadilla negra, desenfocada sólo por los aullidos de este hombre, padre, bestia de amor.

Se pasa desde entonces el día velando el sueño de María, arropada entre sábanas de lino, no quiere asomar la cabeza al mundo y así, acurrucada sobre sí misma como una estatua de cera fría, mantiene fija su mirada verde en un mar ladrón. Él la vela día y noche, mientras sus carnes, peces y verduras se pudren entre el aire caliente. No entiende cómo pudo estar tan engañado, cómo pudo estar tan ciego.

No entendía como María, su mujer, que sabía de idiomas, música, y cortesías, no había intuido el rosario eterno de placeres prohibidos que habían irrumpido en su hogar.

Ni uno sólo se había salvado, ni uno de sus hijos; sus tres deseos de presidente, magnate y poderoso hombre de negocios se habían evaporado con una llamada a finales de agosto.

Aquellos tres hijos que trataban de dormir sus culpas, que más que idiomas, música, y cortesía, habían chupado sangre extranjera a base de jeringuillas, papelinas y polvo adolescente que se esparce raudo y veloz en internados y habitaciones de lujo.

Son vidas jóvenes, para que los días son distintos, muy distintos a los de sus mayores.

Dos alumnos competían entre sí, una lectura rápida de la historia y a dibujar, dos ilustraciones diferentes surgían de sus lápices, incluso se daban ideas uno a otro, y se corregían mutuamente, trabajaban en equipo. En esta ilustración el personaje termina mal, muy mal.

Continuará... juan.torralba.bravo@gmail.com

3 comentarios:

  1. Este texto me suena!!...

    Muchas gracias Torralba por ser un excelente Profesor y mejor persona, este blog ha traído hasta mi memoria muchas anécdotas, fue una época irrepetible. Radio Chip "parió" algunas voces que aún hoy nos seguimos dedicando a eso de contar historias delante de un micro, por eso, recordamos la emisora del Instituto con el cariño con el que se recuerda a una madre, en esos estudios dimos nuestros primeros pasos radiofónicos, aprendimos a improvisar delante de un micro y a manejar una mesa de mezclas, soñamos con ser lo que hoy somos y lo hicimos a "pie de obra"... ojalá Radio Chip vuelva a brillar y nos de una buena cantera, estamos escasos de gente con vocación.

    Un saludo
    Mª Jose Navarro

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Buenas tardes Mª Jose:

    Muchas gracias por tu comentario, yo también recuerdo con gran cariño esos 18 años de Radio Chip, todos vosotros con VOCACIÓN. Teneís la profesión que os gusta, lo demostraís día a día.

    Recibe un cordial y atento saludo.

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